Esta película de 2010, protagonizada por Johnny Depp y Angelina Jolie, trata del desesperado intento de la Interpol por capturar a un escurridizo ladrón con habilidad para cambiar de caras con facilidad, y cuya única manera de encontrarle es a través de su conocido romance con una mujer (Angelina Jolie), a la cual someten a vigilancia. Con el fin de deshacerse de esa vigilancia, la amante escoge a otro hombre (Johnny Depp) hacia quien dirigir las sospechas de la policía (y de paso de la mafia que también lo busca) mientras va a Venecia a reunirse con él.
La película en general resulta lenta, aunque sí tiene algunos momentos de intriga que son los únicos amenos. El tono pseudo-romanticón de fondo es bastante lamentable (aunque es cierto que no es el tipo de temas que a mí me suele gustar).
El enredo de la intriga es aceptable, así que para pasar una tarde de domingo en el sofá puede valer (como mucho). El trabajo de los actores no es para tirar cohetes, desde luego, y en mi opinión el final de la película está estúpidamente resuelto.
Para pasar un rato entretenido si no tenéis nada mejor que ver…